Un homenaje es un acto de desprendimiento en el cual se reconoce las virtudes, valores y ejecutorias de la otredad.
Es una evocación a las características positivas y productivas que resaltan en medio de la sociedad. Es una ferviente invocación de gratitud por el esfuerzo y aporte individual y colectivo.
En tal perspectiva, el Gobierno Municipal de Otavalo, a través de la Jefatura de Desarrollo Social y la Comisión de Educación y Cultura, promueve este homenaje especial a una mujer otavaleña, que se ha destacado en el área social. Actividad inscrita en el marco de la programación denominada: “Marzo, mes de la mujer otavaleña 2010; un tiempo para el encuentro de ideales”.
No cabe duda, que el aporte de la mujer en el conjunto de la sociedad es innegable e incuestionable. En todos sus órdenes, pese, a las limitaciones, prejuicios e inequidades, su tenacidad, inteligencia y talento han sobresalido en pro de la incesante búsqueda de la democratización de oportunidades y exigibilidad de derechos. Desde luego, que el cumplimiento de las obligaciones ha sido una práctica constante y decisiva. Sin embargo, de una cultura que nos acerca a los vicios patriarcales, no podemos olvidar, tal como lo advirtió en su momento, la compañera Guadalupe Larriva, el peso histórico-político que se superpone a la equidad de género; que sobrepasa el carácter sexista de nuestras comunidades: la lucha desigual de las clases sociales.
En la época contemporánea el protagonismo femenino es crucial en la tentativa de encontrar cauces comunes que vayan consolidando la armonización social. Tarea nada fácil, que encuentra permanentes obstáculos, no en el discurso propositivo, sino, en la cotidianidad ajena -a ratos- a la sensibilización y conciencia humana. Es importante visibilizar una agenda pública que nos acerque, encuentre y reencuentre en la pluralidad de conceptos, en la tolerancia de actitudes, en la capacidad de aceptar al otro/ a la otra en su real dimensión.
En esa tarea de ampliar el debate y la inquietud en torno al tema tratado, los organismos locales cumplen un rol esencial. Los municipios -como instituciones promotoras del desarrollo cantonal- no pueden estar ajenos de este compromiso y responsabilidad social.
La Municipalidad de Otavalo, al hacer oficial este homenaje a la Crnla. Luisa Villalba Zambrano, extiende un ferviente reconocimiento, con ella, a todas las mujeres del Cantón. Es menester soslayar que la intencionalidad de dicha actividad es estimular anualmente a diferentes mujeres de la urbe y la ruralidad.
¿Por qué homenajeamos a doña Luisa Villalba? Porque como toda mujer emprendedora fue encontrando en el camino existencial, su verdadera vocación: la labor de ayuda en primeros auxilios, socorro y seguridad ciudadana. Porque es la primera mujer coronela y Jefa Provincial del Cuerpo Bomberil de Imbabura. Porque es la primera mujer Jefa del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Otavalo. Porque de manera sostenida se ha ido profesionalizando en su rama, en varias ciudades de nuestro país y especializando fuera de él, en Argentina y Venezuela.
Luisa Villalba cursó estudios primarios y secundarios en Portoviejo y Otavalo, respectivamente. Así también, en el Centro Superior de Sabiduría Artesanal y Nueva Conciencia JATUN YACHAY WASI, extensión de la Universidad Politécnica Salesiana. Se ha desempeñado en su momento como dirigente barrial y del movimiento de mujeres de Otavalo. Ha sido reconocida por la Dirección de Gestión de Defensa Contra Incendios, y en Honor al Mérito Bomberil.
La comunidad humana sólo reconoce los hechos y aportes de sus congéneres cuando la praxis exige respuestas inmediatas. Por ello, es digno destacar las acciones altruistas observadas a través de los medios de comunicación, en estas últimas semanas, por los miembros de los Cuerpos de Bomberos y voluntarios de entidades de socorro en países hermanos como Haití y Chile. Ese gesto solidario y de hermandad releva de cualquier cuestionamiento a distinciones de esta magnitud, ya que quienes salvan vidas en momentos de angustia humana ante desastres naturales imprevistos, aún a costa de que aquello signifique perder sus propias vidas, tienen un calificativo supremo: héroes anónimos.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue un motivo ideal para poetizar su presencia y existencia, más allá del contexto histórico-social.
En este acto, a través del reconocimiento a la tarea emprendida por doña Luisa Villallba, rindo también un merecido homenaje a ustedes, mujeres, que sonríen venciendo los problemas cotidianos, que derraman lágrimas de manera silente y solitaria, que se juntan entre el sol y la inmensidad del mar, que caminan indiferentes ante la mojigatería social, que cosechan diariamente los besos de sus hijos/as, que luchan con pasión en la esfera profesional, que revelan y develan la inteligencia de sus actos en la vida pública, que expresan la feminidad en el hecho amatorio que provoca e invoca la vida privada, que sufren silenciosas los golpes de la indiferencia, que se alegran cuando la felicidad se abre paso entre las puertas del entorno familiar, que se resisten al sometimiento masculino, que gritan sin temor los dolores íntimos, que disfrutan en su integralidad los cimientos de la libertad, que reflejan sin aspavientos la valentía y el coraje en pos de la superación individual, a ustedes, MUJERES, desde todos los espacios, escenarios, momentos, circunstancias y lugares del convivir humano, nuestro abrazo especial y saludo solidario.
Antes de concluir mi intervención, solicito que el señor alcalde de Otavalo, compañero sociólogo Mario Conejo Maldonado, sea quien instituya y oficialice el reconocimiento municipal, a doña Luisa Villalba Zambrano.
Gracias por su atención.
Señoras, señoritas, señores.
(*) Aníbal Fernando Bonilla F.
CONCEJAL DE OTAVALO
Otavalo, Salón Máximo Municipal
Miércoles 10-marzo-2010
